Ladrón muy especial

Era jueves santos y en la casa de los vecinos de mis padres, se preparaban unas ricas habichuelas con dulce, muy en especial para una hermana de estos que iba a visitarlos al día siguiente. Preparadas con mucho amor, se guardaron en la nevera. Lo que no sabían era la suerte del dulce postre.


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El viernes santo un ladrón penetró a la vivienda de la familia. Entro por la parte posterior, llegando hasta un área común para descanso. Por ser personas de edad avanzada y vivir solos, se han resguardado asegurando las puertas y ventanas.

El ladrón, pensaba como podía accesar a la otra parte de la vivienda, pero los barrotes se lo impedían. Un inversor, una nevera, televisor y otros enseres estaban resguardados, como no pudo entrar; abrió el refrigerador cercano y encontró el gran tazón con las habichuelas con dulce. “Por lo menos me comeré esto” diría.

Sentado en una de las mecedoras, degustaba el postre, cuando de repente alguien en la casa escucho un sonido. Las luces se encendieron y allí estaba el, saboreando las habichuelas con dulce. Al verse descubierto y tras las amenazas de un familiar, huyó; pero no dejo la taza. Pensamos que se le boto un poquito.

(La historia es real, ocurrió en la madrugada del viernes santo a unos vecinos de mis padres)

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