By The Great One
El sábado pasado se produjo un feo incidente entre fanáticos de los Gigantes del Cibao y jugadores de los Tigres de Licey en el estadio Julián Javier, entre el día de ayer y hoy han salido a relucir muchas versiones tanto de personas que estaban en el play como de aquellos que no tenían la mas mínima idea de lo que ocurrió allí.
No quiero parcializarme por mi equipo, pero tampoco queramos satanizar a los jugadores que queriendo ingresar al dogout de visitantes a protegerse de la agresión, tuvieron que devolver parte de objetos que les fueron lanzados y hasta arrojarles pelotas. Convirtieron el juego convirtieron de sana diversión en una batalla campal, involucrando muchas personas que van a disfrutar el partido de pelota ¿Es que en ese estadio no hay seguridad?
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Cabe resaltar la mediocridad de los comentaristas de la cadena de los Gigantes, que en vez de tratar de apaciguar a sus adeptos optaron por echarle leña al fuego ¿Que hacen estos “faranduleros” narrando pelota?
Hay niños y personas heridos, que estaban fuera del problema, además de peloteros del Licey que resultaron heridos al iniciarse la agresión; por culpa de unos vándalos que lo único que van es a realizar desordenes. ¿Es que no hay control en ese estadio?
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